jueves, 9 de octubre de 2008

En la CUERDA FLOJA


La verdad es que ya hemos hablado del tema de las crisis bastante, no lo negamos, pero es que aparte de las bengalas de los Boixos hace una semanita, ¿qué tema hay de más actualidad y quizás más importante que este ahora mismo? Por tanto, creemos una vez más volver a hablar del asunto aportando nuevas perspectivas. El otro día decía una mujer en un programa de TV que los bancos siempre nos han pedido toda clase de avales para ganarnos su confianza y obtener el préstamo, perooo, ¿por qué nosotros debemos confiar en la Banca? ¿A ellos quién les avala para que nosotros les dejemos a esos canallas todos nuestros ahorros?
Cada día la prensa nos recuerda que a pesar que hay crisis, no debemos alarmarnos, aquí en España los bancos están estables. Pues si que somos afortunados, tenemos unos bancos ricos y estables en un país con dos millones de parados, millones de inmigrantes ilegales, una clase media separada de una clase baja-marginal por una línea imaginaria que no se sabe donde acaba ni comienza. Pero estamos de suerte, por lo que se ve, la cadena piramidal mas vieja del mundo, la de los ricos y los pobres sigue manteniéndose con todo su rigor, y ahora que nos han jodido por los 4 lados y nos han esclavizado, nos piden nuestros políticos que debemos ser solidarios (el Estado) con la banca. Claro, pero es que el problema es que la paciencia tiene un limite, y en un país como el nuestro inmerso en la precariedad y el abandono institucional mas absoluto, con sus ciudadanos atados de por vida a unas hipotecas delictivas que nos niegan un derechos constitucional como es el derecho a la vivienda, con unos sueldos congelados desde hace una década, no así nuestros impuestos y demás atracos fiscales que suben como la espuma, etc. Creo que la solución antes que financiera es política, y para arreglar cuentas los primeros que deberían pagar por todo este caos son los protectores mismos de la banca, de la que no son mas que unos títeres: los políticos. ¿Y como podemos solventarlo? Pues no yendo a votar o votando opciones extraparlamentarias de raíz revolucionaria y mandar a paseo a toda esta elite de gangsters. Una complicidad tan lasciva como la que mantiene el Estado (español , americano, británico, etc.) con la banca solo puede responder a que ambos se complementan , se satisfacen económico-sexualmente y a nosotros simplemente nos usan como argamasa para engrasar la maquinaria de su negocio, cual materia orgánica nuestra (el pueblo) alimenta con su sangre a las sanguijuelas del capitalismo. Cada día una media de 100 trabajadores autónomos en nuestro país van al paro, desde que comenzó la crisis ya han cerrado más de 4.000 empresas familiares y esto solo parece ser el principio. Por tanto, ante tanto desfalque y humillación, no callemos nuestra voz y actuemos en las medidas que nos sean posibles, busquemos nuevas alternativas políticas y económicas, nuevas vías de salvación basadas sobre unos cimientos de trabajo sanos. El capitalismo y por tanto su brazo ejecutor máximo (los Bancos) son negocios de extracto criminal, basados en la usura , el robo mas ruin y sucio existente, del que Ezra Pound decía en sus versos que “ usura pecado contra natura, es tu pan siempre de harapos viejos”. Solo con fuerzas (aunque modestas) como el MSR podemos forjar el cambio renovador en lo político, en lo laboral socializando de modo progresivo las empresas y los medios de producción, agrupando las mejores energías del país en un proyecto basado en un renacer absoluto de toda vida quebrada, para poder mandar al infierno para siempre, al maldito capitalismo y a su basura moral de modus operandi.

Joel Iltirkesken

A continuación os ofrecemos una carta enviada a el diario El Punt el jueves 2 de Octubre del 2008 por Enric Gené, Presidente de la Federación Intercomarcal de Hostelería y Restauración de Barcelona. Copiaremos textualmente el texto original y a continuación os ofrecemos la versión traducida al castellano.

QUO VADIS*, BANCA ? (*On vas ?)

Qui a hores d´ara no sàpiga que sóm enmig d´una crisi és que viu aïllat del món. La premsa en va plena, d´informacions sobre la davallada econòmica i les conseqüències que comporta per a la gran majoría de ciutadans. La situació té rang mundial. Si no, fixeu-vos en el que està passant als Estats Units. El paradís del liberalisme i de l´autoregulació del mercat ha vist com l´Estat intervenía per salvar de la fàllida grans empreses hipotecàries. La banca nord-americana ha anat inflant la bombolla de la bonança econòmica, creant diners i molt generoses fortunes, fins que ha petat. Els nostres bancs i caixes, els de casa, han fet grans negocis amb els americans. Tenien els nostres diners i tot el que en treien oferint-nos un devesall de productes financers. El diner era barat, pràcticament te´l regalaven al banc o caixa. Nomès calía que hi anessis perquè te´n donessin, i d´aquesta manera la màquina de generar plusvàlues no s´aturava. Negoci rodó per a la banca.
La situació ha canviat i ara els estats lluiten perquè no s´enfonsi el sistema financer. Injecten a les empreses privades –bancs i caixes- diners de tots, que paguem religiosament en els impostos. L´Estat ajuda els poderosos, i que fan els financers amb els seus clients? Tancar-los la possibilitat d´accedir a qualsevol mena de prèstec. El que fa uns mesos era el corn de l´abundància, rajant sense parar diners, ara es desconfiança quasi total. La qual cosa afecta a tothom, poble pla i sectors productius. És el cas de l´hostaleria, estratègica per l´economía nacional. Demanar un préstec per poder dur endavant reformes, ampliacions o obrir un nou establiment, per exemple, es pràcticament impossible. Aquestes i d´altres són inversions necessàries perquè l´hostalería continuï essent una de les locomotores de l´economía de l´Estat. No s´entèn l´actitut de la banca en aquest moment tant delicat, enroncant-se a les seves oficines i girant la cara als que fins ara hem estat uns dels seus clients més destacats. Els préstecs, els comptes de crèdit, entre altres productes financers, els hem pagat sempre. Perquè, doncs, aquest canvi d´actitut?
Ara més que mai necessitem tota l´ajuda posible per superar la difícil situació econòmica que vivim. Els banquers, que la saben llarga, ja han arreplegat els ajuts i avals dels estats. No perdran ni un cèntim d´euro, segur. Però, a quin preu? Ofegant l´hostalería i altres sectors econòmics, impedint que es mantinguin en òptimes condicions. Ho dic clar i fort: insto la banca perquè canvï d´actitut. I no aturi els diners, generant unes conseqüencies que poden ser nefastes per al país, de les quals ells i el govern en seràn els únics responsables.


¿ QUO VADIS* , BANCA ? (*¿ Dónde vas ?)

Quién a estas horas no sepa que estamos en medio de una crisis es que vive aislado del mundo. La prensa va llena, de informaciones sobre la bajada económica y las consecuencias que entraña para la gran mayoría de ciudadanos. La situación tiene rango mundial. Si no, fíjense en que está pasando en los Estados Unidos. El paraíso del liberalismo y de la autorregulación del mercado ha visto como el Estado intervenía para salvar de la fallida grandes empresas hipotecarias. La banca norteamericana ha ido hinchando la burbuja de la bonanza económica, creando dinero y muy generosas fortunas, hasta que todo ha petado. Nuestros bancos y cajas, los de casa, han hecho grandes negocios con los americanos. Tenían nuestro dinero y todo lo que del mismo sacaban, ofreciéndonos un raudal de productos financieros. El dinero era barato, prácticamente te lo regalaba el banco o caja. Sólo tenías que ir para que te dieran, y de este modo la maquina de generar plusvalías no se paraba. Negocio redondo para la banca.
La situación ha cambiado y ahora los estados luchan para que no se hunda el sistema financiero. Inyectan a las empresas privadas –bancos y cajas- dinero de todos, que pagamos religiosamente en los impuestos. El Estado ayuda a los poderosos, y ¿qué hacen los financieros con sus clientes ? Cerrarles la posibilidad de acceder a cualquier tipo de préstamo. El que hace unos meses era el cuerno de la abundancia, rajando sin parar dinero, ahora es la desconfianza casi total. Por lo cual, afecta a todos, pueblo llano y sectores productivos. Es el caso de la hostelería, estratégica para la economía nacional. Pedir un préstamo para poder llevar adelante reformas, ampliaciones o abrir un nuevo establecimiento, por ejemplo, es prácticamente imposible. Estas y otras son inversiones necesarias para que la hostelería continúe siendo una de las locomotoras de la economía del Estado. No se entiende la actitud de la banca en estos momentos tan delicados, enrocándose en sus oficinas y girando la cara a los que hasta ahora hemos sido unos de sus clientes mas destacados. Los préstamos, las cuentas de crédito, entre otros productos financieros, los hemos pagado siempre. ¿Por qué, entonces, este cambio de actitud? Ahora mas que nunca necesitamos toda la ayuda posible para superar la difícil situación económica que vivimos. Los banqueros, que se la saben larga, ya han recogido las ayudas y avales de los estados. No perderán ni un céntimo de euro, seguro. Pero, ¿a qué precio? Ahogando la hostelería y otros sectores económicos, impidiendo que se mantengan en óptimas condiciones. Lo digo bien alto y claro: insto a la banca para que cambie de actitud. Y no pare el dinero, generando unas consecuencias que pueden ser nefastas para el país, de las cuales ellos y el gobierno serán los únicos responsables

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