miércoles, 17 de junio de 2009

EL MAÑANA NOS PERTENECE: PEQUEÑA REFLEXIÓN DESDE LAS CUNETAS


Ya han pasado las elecciones, han ganado los de siempre, a pesar del abrumador abstencionismo, aún demasiados millones de compatriotas han terminado apostando y confiando en sus verdugos, en los que viven a costa de todos nosotros, han dado el voto a los que nos engañan, y el resultado es que han ganado los de siempre.
El Movimiento Social Republicano ha perdido, pues nuestro objetivo era conseguir almenos un eurodiputado, puesto que nos hemos quedado a 290.000 votos de conseguirlo, esto no puede considerarse mas que una derrota humillante, nos han pasado a baqueta y hemos salido tullidos, pues no conseguir una victoria que empiece a erosionar toda la gangrena de los parásitos que nos esclavizan , es una mutilación politica para nosotros, para todos nuestros compatriotas, para nuestros sueños, anhelos y para los que confiamos en otra Europa. Quizás para mucha gente esta reflexión es extremadamente pesimista, creo que es extremadamente realista. Cuando estas tan lejos de poder materializar tus objetivos, cuando la gente no ha respondido a nuestro mensaje, a nuestra llamada, a nuestras propuestas como nos esperabamos, solo se puede hablar y analizar las cosas, no como los generales iraquíes de Saddam que hablaban de victoria cuando los tanques americanos entraban ya en Bagdad, sino desde la mas sincera y dura realidad, desde las cunetas, que es donde nos han dejado. Por suerte nos han apeado allí después de una buena paliza, después de una somanta de palos memorable, pero almenos no nos han dado dos tiros en la sien. Por eso podemos aprender de los errores que hemos tenido, dentro de nuestras limitaciones fisicas y económicas, por eso podemos agarrarnos a la vida mas duramente si cabe que antes, pues somos conscientes de lo que llebamos andado, de lo que nos queda por andar, de la propina de castigo que hemos recibido, que de dos docenas de millones de votantes solo 10.000 personas hayan confiado en nosotros, y por todos los baches que deberá pasar o naufragar nuestra generación.
En primer lugar empezamos bien, pues tenemos la razón, con un programa basado en valores sanos, en soluciones reales, escrito y ejecutado con la mas entrañable de las buenas intenciones, pues solo nos une con el pueblo un vínculo, y solo hay un denominador común para aplicarle al mismo nuestro programa: el amor hacia él, el deseo de poder servirle para mejorar su vida, el poder consagrar nuestra existencia para su porvenir. No estamos aquí para vivir de la politica, no queremos forrarnos ni enchufar a nuestros hijos (quienes tengan), ni cambiarnos de chaqueta y solucionar nuestras vidas. No lo queremos hacer porque sencillamente, ya no estaríamos aquí, estariamos en las filas socialistas, populares, convergentes o las que sean, pero no aquí.
El segundo paso es el económico, somos conscientes de que si no logramos una financiación de alguien afín a nosotros, pero con un tronco fisicamente sano jamás lograremos salir a la palestra, pues para llegar a la gente necesitas medios, necesitas propaganda por todos lados, y eso sin dinero no se logra, y con nuestro presupuesto nacido de unas pocas cuotas es mas que evidente. Pero no importa, como podemos ver con otros partidos que han pinchado, no solo el dinero es importante, se necesita una militancia fiel, trabajadora, y con el activismo y la disidencia del dia a dia. Solo así se pueden cimentar una decena de miles de votos. Quizás para un partido grande estos votos se ganan con una visita a una residencia de abuelos y sus correspondientes adulaciones hipócritas, con un interesado discurso con cambio de giro para contentar a un sector determinado, con unas declaraciones afortunadas bombardeadas mediaticamente por sus esbirros de la radio y la prensa a ritmo de napalm propagandístico… Con semejante poder de anestesia, con tamaño monopolio de control de las emociones, de los deseos, de los odios, de la ansiedad, con un equipo de psicopatas think tanks que saben mover ficha, para satisfacer los deseos auditivos mas elementales y vulgares de las masas , con unas palabras de mas, o con un eslogan mas o menos escandaloso (vergonzoso). De esta forma los partidos politicos logran con unas campañas electorales-espectaculos circenses para retrasados, solo de un plumazo lo que nosotros debemos tejer con nuestro sudor durante años, hilar con nuestro corazón a pelo sobre la piel, y dejarnos nuestro cerebro sobre el asfalto de los grandes combates de la politica, malgastando nuestra sangre en transfusiones sobre cuerpos inertes desarticulados por la propaganda y la desidia.
Por eso nuestros votos son mas importantes que los suyos, porqué en los suyos se esconde el votro tradicional, familiar, sectario, engañoso, de agradecimiento por favores recibidos, el voto cazado al azar en esta gran tómbola que es la audiencia electoral que se disputan como patos de feria los partidos hegemónicos.
En cambio nuestros votos son votos de gente disidente en mayor o menor medida, son votos de castigo, de descontento, de socorro, de auxilio urgente, de desesperación, de respuesta a tanta humillación, ideológicos, de vida, de esperanza, de lucha, de compromiso, de hasta aquí hemos llegado. Y eso es precisamente lo que buscamos, en nuestras filas militantes ni entre nuestros votantes no están los hijos de los banqueros, el personal bien apoltronado de la administración, los vagos, las serpientes del trabajo ajeno, los egoístas, los insolidarios, los charlatanes de bar, los mediocres, los pusilánimes conformistas, las hienas oportunistas, estos jamás encontrarán sitio en un lugar donde la lucha es tan sincera. Y es que hemos sido fatalmente fieles a nuestros principios, en un mundo tan degradado en el que solo prima la trampa y la puñalada trapera, la critica y la envidia, hemos sido tan terriblemente consecuentes en lo que nos jugamos, en lo que apostamos, en las energías que derramamos por la mas noble de las causas, que se nos puede acusar de muchas cosas, pero nunca de hipócritas, nunca de cobardes. Lejos está ese amanecer que esperamos, que no nos deja dormir, que convierte nuestras vidas en experiencias de frustración y de amargura perennes, en que las lagrimas se nos borran por nuestro ancestral pesar, por nuestra tristeza fosilizada desde hace tantas décadas, y es que cualquiera que ame su pueblo y tierra solo puede sentir abandono, desesperación, y mucha melancolía por ver que aún no se ve la luz al final del tunel, que nuestra victoria está tan lejana, que el amanecer está aplazado por una noche que ya hace demasiado que nos cayó encima, y que nuestro martirio existencial, es causa directa del abismo de oscuridad y caída libre que andamos sufriendo.
Somos una generación de militantes que como en los tiempos del Cristianismo Primitivo, todavía tendremos que soportar demasiadas derrotas, seremos la diana con la que se cebará demasiada gente, mas de las que nuestra mente puede captar, deberemos aguantar mil y una humillaciones, criticas, burlas, desprecios, se nos subestimará hasta dejarnos al nivel del fango. Los menos depredadores nos sobrevalorarán, nos denunciarán con sus mentiras, nos caricaturizarán, no nos tomarán en serio, nos llamarán marginales, idealistas (de la forma mas peyorativa que se puede pronunciar esta palabra), ilusos, dementes, extremistas, nostálgicos, carne de cañón, perros del sistema, y así hasta el mas infinito de los desprecios. Como decía Erik Norling en un prólogo sobre el Frente de Liberación Europeo, "La misión de esta generación es la más difícil a que ha debido enfrentarse una generación occidental. Debe romper el terror que la mantiene en silencio, debe mirar hacia adelante, debe creer cuando aparentemente no hay esperanza, debe obedecer sus impulsos internos aún cuando ello signifique la muerte, debe luchar hasta el límite antes de someterse, [...] los hombres de esta generación deben luchar por la existencia permanente de Occidente".»
Pero esos malos tiempos pasarán, y como el bien supremo y los objetivos mas benignos, que se puedan ensartar en nuestra lanza como bandera acaban saliendo a la luz, el nuevo amanecer naciente, acabarán quemando hasta la descomposición toda la podredumbre, como si de la muerte de unos vampiros ante el nuevo dia fuera, tanta carroña, tanta maldad, tanto despropósito y tantos años de ignominia. Quizás nunca lo veamos, ni nuestros hijos, quizás tengan que pasar tres o cuatro o una docena de generaciones, pero tarde o temprano, acabaremos venciendo, cueste lo que cueste. Llegado ese dia, a todos nuestros actuales tiranos, no les quedará espacio en la tierra para esconderse, pues un Apocalipsis de libertad y justicia todopoderosa caerá sobre nuestro continente abrasando la atmosfera, entonces llegará el momento de Europa, y empezará a florecer una primavera eterna, cimentada sobre las mas despreciables cenizas de un mundo que se irá al infierno, por caduco, por infeccioso. No sabemos el momento, ni los años, ni las circunstancias, ni por lo que deberemos pasar, ni quizás por todos los que tendrán que caer por el camino y el tributo tan alto de sangre que quizás deberemos pagar, pues no será facil, y los parasitos no se soltaran fácilmente del trono de maldad desde el que lleban tantos años empotrados, pero entonces sabremos que habrá valido la pena, el luchar, el resistir, el aguantar lo insoportable. Entonces todos seremos unos, y ante un pueblo convencido nada podrán hacer ya para engañarle, pues compartiremos un destino y una meta y ante una unidad de almas semejante, la injuria se achica y revienta. Tampoco ya nadie se acordará de los que llevaban la contraria a todos, desde la mas anónima de las minorías, entonces todos se querrán poner las medallas que nunca merecieron ni ellos ni las decenas de generaciones de pusilánimes que les precedieron, y que vivían sumergidos en el hedonismo mas absoluto, mientras otros creabamos revolución, creabamos disidencia, soñabamos con un mundo nuevo ante la indiferencia de todos. Luego todos los oportunistas querrán disfrutar del modelo de sociedad que habremos creado, pero se olvidarán de que nació de las cunetas de una derrota militar primero y electoral después, se olvidarán que el nuevo amanecer no nació de un camino asfaltado con oro, sinó del camino empedrado por el sufrimiento y la agonía del sacrificio, de la rebeldía y el inconformismo juvenil, y de un puñado de hombres que décadas atrás no nos dejamos abrumar ni por nada ni por nadie, y que dimos todo cuanto podíamos dar por el triunfo de la Idea. Pero entonces, todos podremos ser oportunistas, porque nuestro ideario nace de la Oportunidad en mayúsculas, de la oportunidad de llegar hasta donde nos propongamos mas allá de nuestra condición social o laboral, pues nuestro nuevo modelo de orden estará basado sobre la justicia mas absoluta y no sobre el dinero, sobre la igualdad de oportunidades y no sobre los amiguismos o el poder de las influencias.
Entonces será la hora del Socialismo, habrá llegado el dia del despertar europeo, y eso, queridos lectores, acabará sucediendo, porqué el mañana nos pertenece.

Joel Iltirkesken