miércoles, 12 de agosto de 2009

LA PRENSA Y SUS MENTIRAS

























Un partido como el nuestro sabe perfectamente el daño que pueden hacer sanguijuelas como la prensa, esos malditos mercenarios autollamados periodistas, que a pesar de que pertenecen a “medios serios” no dejan de ser simples putas de tinta y articulo diario, y tan rigurosos como pueden ser los esperpentos de la prensa rosa. Hoy en dia, y antaño los medios de comunicación, llámense radio, televisión y prensa siempre han estado esclavizados por las elites que pagan las acciones de sus empresas, que son a las que al fin y al cabo sirven, y por eso no informan, solo hacen apología de los objetivos que se les marca. Por eso para el Poder uno de sus mas seculares, serviciales y agresivos defensores son sus medios de comunicación, con los que contaminan las calles y las mentes. Lejos de informar sobre unos sucesos, sus objetivos no van mas allá que los de hundir a cualquier persona, grupo, organización, colectividad, partido, ideología, religión o facción que pueda considerarse nociva no solo para los intereses del Capital omnipresente, sinó también por los valores que pueda transmitir, que muchas veces moralmente y éticamente se encuentran existencialmente enfrentados a los de este Gran Parasito que es la Usura y sus acólitos. Este Sistema que nos tiraniza hasta limites insospechados ( y digo esto porque nos aturdiríamos hasta el cenit si supieramos realmente el impacto que tienen sus movimientos en nuestras vidas y sociedad) es una Hidra de muchas cabezas, y que operativamente lleba las riendas de todas y de cada una de las cosas que hacemos o nos pasan en la vida. Desde un atraco que podamos recibir hasta que el Banco nos cobre intereses por usar la Master Card. Nada pasa por casualidad, nada sucede por casualidad, nada es contado de forma honesta e imparcial. Si supieramos leer entre líneas y pudieramos descifrar esa pléyade de palabras contaminadas por su tufo sensacionalista nos tirariamos de los pelos, pues solo de su lecho y de podridad entrañas puede fabricarse ese material putrefacto y nauseabundo con el que profanan nuestros valores, nuestros sentimientos, nuestra tierra y hasta nuestras mas altas creencias. Desde hace muchas décadas quien también está pagando el pato es la Iglesia Católica, cuya organización bimilenaria que ha sobrevivido a grandes persecuciones, a genocidios, a dictaduras, a ateísmo gubernamental ,a guerras, a calumnias, a martirios se haya hoy dia en una peligrosa encrucijada que les ha llebado a un callejón sin salida no solo para su propia reputación sino para la credibilidad que puedan transmitir a la sociedad. Y uno de los casos mas celebres es el de la pederastia. Que en el seno de la Iglesia desde tiempos inmemoriales ha habido epocas crueles como el Santo Oficio, homosexualismo, abusos, violaciones, edictos papales con funestas consecuencias, intromisiones en la libertad de politica de algunos paises, así como apoyarse en diversas burguesias y sistemas feudales de exterminio de casta contra el pueblo trabajador es mas que real. Pero también ha abundado sus casois célebres de compromiso con la causa, sea esta la religiosa, sea esta la occidental, sea esta la identitaria europea, con millares de testimonios que entregaron su vida por los demás en pos de la solidaridad y de compartir lo mas básico con su semejante. De eso son fieles pruebas las misiones que en Africa, Sudamerica, Asia, la India han levantado estos abanderados de lo místico, hombres sacrificados por una idea y una visión trascendental y heroica de la vida que combinada, por un sentido del deber de la solidaridad han entregado durante siglos su vida a los demás, todo sin ánimo de lucro y sin mas aspiración que servir a la Humanidad, al prójimo, a la Comunidad. No vamos hoy aaqui a hacer un análisis de la Iglesia, de sus errores y aciertos, de sus integrantes y de su influencia en nuestra historia, pero si vamos a ofreceros una carta que dice mucho sobre lo que os estamos contando. Y es que en un Sistema tan malevolo como el que nos domina, en que hasta los detalles mas escabrosos son usados como falsa carnaza para corromper hasta lo mas digno ( y si no, mirad de que barbaridades se ha llegado a acusar al editor y presidente de nuestro partido Juan Antonio Llopart y a otros nobles activistas comprometidos), ya podeis imaginar también la dimensión de las mentiras que están usando para destrozar al Catolicismo por los cuatro costados. Lo que está claro es que cuando unas decenas, quizás medio centenar de abusos ya sea por violación , corrupción o pederastía son hinchados hasta convertirlos en algo generalizado, omnipresente, punta de lanza y casi noticia diaria, atribuyéndola a miles y miles de personas en los cinco continentes, y sin apenas ninguna prueba ni testigo, esto nos lleba a la conclusión de que sabemos a ciencia ciertta a quien vuelven a arrojar a las fieras, a quien pretenden otra vez desterrar a las catacumbas, a quien pretenden cargarle el muerto de la ignominia y la sinrazón. Esto huele muy mal, pero lo dicho, solo de fuentes limpias puede emanar verdad, así como solo de fuentes perniciosas puede emanar el veneno con el que sodomizan nuestra sociedad, aniquilan los corazones y ensucian los blasones mas puros con la mas pringosa de las calumnias.
Este escrito ha sido sacado de una carta que escribió el Misionero javeriano Salvador Romano Vidal, Vicepresidente de la Unión de Institutos Misioneros, al periódico El País. Y ha sido extraída de la revista Bajo la Tiranía nº 38 correspondiente a Enero del 2002.

CALUMNIANDO EN “EL PAIS”

21 de marzo, en portada, “El País titula EL VATICANO RECONOCE QUE CIENTOS DE MONJAS HAN SIDO VIOLADAS POR MISIONEROS”. Me asombro de la noticia, después de tantos años en Africa no se nada de ello, ¿seré tonto?. Veo que el articulo en cuestión, que se encuentra en las páginas interiores del periódico, no menciona ningún caso de violación de una monja por un misionero. Empiezo a mosquearme. Veo que todo se basa en los datos dados por un artículo aparecido en el “Nacional Catholic Reporter “ de USA. Voy a ver que dice este articulo en su original en inglés y encuentro que habla de algunos abusos sobre religiosas cometidos por algún miembro del clero local (en ningún caso habla de centenares de violaciones), pero no menciona ni una sola vez a los misioneros, sinó es para decir que colaboraron en la investigación sobre dichos abusos para que se tomasen las medidas necesarias, fuese reparado en alguna manera el daño cometido y pusiesen los medios para que la cosa no se repitiera.
Ante la evidente manipulación de la información cometida por el periódico y que enciende una serie de “desinformaciones” en otros medios que siguen la onda iniciada por El País, la presidencia de la Unión de Institutos Misioneros emite un comunicado protestando por este titular que transmite un mensaje inexacto y malintencionado.
Pocas horas después del comunicado, recibo una llamada de un redactor del periódico El País. En mi calidad de vicepresidente de la Unión de Institutos Misioneros pretende explicarme lo sucedido. Me dice que se trata de un error, que aquél titulo es fruto de los “duendes de la prensa”…
Le contesto que no es posible lo que me cuenta, ya que las portadas de los periódicos no se publican sin haber pasado bajo el control de un redactor jefe. Se da cuenta que, aunque misionero, algo se del mundo del periodismo (no es mérito mío). Cambia de táctica. Me habla de nuestro mundo, del mercado de las informaciones que sólo quiere escándalos, que si el título de un artículo no es pícante nadie lo lee, que el periodista tiene que vender, que si los jefes…
Aquí le contesto que yo no sabía que El País era un periódico de tripas y corazón, de prensa amarilla. Exijo una corrección. Me dice que claro, que algo harán, que lo hablará con su jefe, que ya verán…
Hoy busco en el periódico El País una rectificación, lo único que pedimos, reconociendo en algún modo, la falsedad del titular en cuestión. Encuentro sólo que “La Unión de Institutos Misioneros criticó ayer que en títulares periodísticos se acuse a misioneros de violaciones”. Pues, ¡ vaya manera de rectificar !
Añado una confidencia. Cuando los periodistas de El País se desplazan a África para cubrir algún acontecimiento, suelen buscar cobijo en las casas de los misioneros. ¿Tendrán el valor estos periodistas de decir la verdad sobre lo que allí ven?. ¿Sabrán reconocer la falsedad transmitida por su periódico?. Si no lo hacen, ¿ tendrán el coraje de volver a sentarse en nuestras mesas para compartir nuestras alubias ?