domingo, 5 de abril de 2009

IGUALITARISMO Y FALSA DEMOCRACIA


DEDICADO A TODOS AQUELLOS IDIOTAS, ABSORVIDOS POR EL MATERIALISMO, QUE CREEN QUE VIVEN EN EL MEJOR DE LOS SISTEMAS POSIBLES. PARA ELLOS Y SU MEDIOCRIDAD EXISTENCIAL, AQUÍ VAN ESTOS DARDOS. SU CASTIGO SERÁ VIVIR ETERNAMENTE EN LA MENTIRA.

“ Otro error es el de la igualdad democrática… El credo democrático no tiene en cuenta la constitución de nuestro cuerpo y de nuestra consciencia. No conviene al hecho concreto que es el individuo. Es cierto que los seres humanos son iguales. Pero los individuos no lo son. La igualdad de sus derechos es una ilusión. Los débiles mentales y el hombre de genio no deben ser iguales ante la Ley. El estúpido, el inteligente, aquéllos que son dispersos, incapaces de atención, de esfuerzo, no tienen derecho a una educación superior. Es absurdo darles el mismo poder electoral que a los individuos completamente desarrollados. Los sexos no son iguales. Es muy peligroso no hacer caso de estas desigualdades. El principio democrático ha contribuido al fracaso de la civilización, oponiéndose al desarrollo de una élite. Es evidente, por el contrario, que las desigualdades individuales deben ser respetadas. “

Alexis Carrel


“ Yo creo que el mundo moderno es una empresa de desnaturalización del Hombre y de la Creación. Yo creo en la desigualdad entre los hombres, en la maldad de ciertas formas de libertad. Yo creo en la hipocresía de la fraternidad. Yo creo en la fuerza y la generosidad. Creo en otras jerarquía diferentes del dinero. Creo que el mundo está corrompido por las ideologías. Creo que gobernar es prever, preservar nuestra independencia y dejarnos vivir a nuestro gusto.”

Maurice Bardèche


“La democracia es, consecuentemente, un régimen de peleas internas continuas, en las que el dinero domina por la corrupción. La democracia es el estado inorgánico de una sociedad primaria donde no hay estímulo de vida. Quien dice democracia dice individualismo. Quien dice individualismo dice burguesía y capitalismo.
Intentamos descubrir la soberanía del pueblo y solo descubrimos en su lugar un capitalismo desaforado y omnipotente. Es el Oro el que manda sin reparo. Reina la Bancocracia.
Ahora las democracias, desenvolviendo por un lado el oportunismo y por otro la usura, colocan al estado en manos de los ambiciosos.
Las libertades políticas son un embuste con el que se ocultan y se desvirtúan las reclamaciones auténticas de los que producen y no logran nada. No se trata de tener libertades políticas, sino de tener libertades económicas. La libertad económica del pueblo es incompatible con los sistemas parlamentarios, que llevan consigo siempre las oligarquías financieras. Es necesario eliminar el poder del Capital y volver a convertirlo en solo un accesorio de los dos factores que naturalmente deben antecederle: la Tierra y la Producción. Eliminando la supremacía del dinero y de la alta finanza, la sociedad volvería poco a poco, gracias a su emancipación, al camino perdido de las antiguas libertades cuyo secreto está en un fuerte sentido comunitario.”

Antonio Sardinha