jueves, 28 de febrero de 2008

ROMA SI PAGA A TRAIDORES ( Parte I )



Per Joel


Ser antisistema debería ser una forma de vida o actitud que desembocara en acciones, opiniones o gestos claramente contrarias a todo poder despótico de los cuadros de mando del Estado. Según el diccionario de la lengua española es una persona “contraria al sistema social o político establecidos”.
Por lo tanto deberíamos llegar a la conclusión que un movimiento de este tipo debería ser consecuente en su forma de luchar contra su presunto opresor y autofinanciarse (o que le financiasen otros pero sin unirle ningún lazo con el enemigo). Ya de por si, tal tarea, independientemente de tener éxito o no tenerlo ya debería ser tratada como audaz, arriesgada y valiente. La disidencia siempre ha sido una forma de lucha o de pensamiento diametralmente contraria a los intereses de los que mandan. Pero si a un poder político le interesase romper esta virginidad que representa el luchar contra el sistema mismo sin ser corrompido por dinero de segundos y terceros, solo necesitaría utilizar la tentación de la subvención. Y es que desde siempre, el hecho de costear a un movimiento político, estudiantil, sindical o social requiere un esfuerzo considerable y la mayoría de veces si no se inyectaba de forma rápida una cantidad ajena de dinero el proyecto difícilmente puede alcanzar éxito alguno. Pero, del mismo modo que un movimiento necesita dinero para sobrevivir, también dependiendo desde dónde proceda la financiación, y de la forma en que se quiera utilizar (así como por el camino en que se le quiera hacer caminar) ya deja de ser autónomo para convertirse en una marioneta. Si, en un objeto que se puede utilizar a placer para realizar las tareas por las que se le paga. Por tanto, un movimiento que reciba dinero de círculos contradictorios del espíritu por el que se creó, cae abocado de forma irreversible en una sumisión que lo convertirá en estéril para siempre. Aquí en España tenemos como en el resto de Europa un movimiento bastante organizado de lo que muchos llaman “extrema izquierda" otros "movimientos sociales" y los medios de comunicación “grupos antisistema" pero como veremos mas adelante ni son antisistema, ni son sociales, ni representan un cupo considerable dentro de la población para denominarlos POPULARES.
Estos grupos de jóvenes que se consideran antifascistas sin ni primero saber lo que es el fascismo (más que nada porque su diarrea mental progre les hace mezclar a Mussolini con George Bush, Ratzinger, Aznar , Sharon y la Lina Morgan), ya de por si son la mas absoluta demostración de lo que es el absurdo de un movimiento. Y hasta serían entrañables y harían gracia (son de un patetismo recalcitrante) sino fuera porque cometen agresiones cobardes, son unos sumisos dobermans de los partidos "apisonadora cultural" izquierdistas y porque en general están a favor del terrorismo etarra más vomitivo.
Pero, ¿porque estos grupos que se consideran ellos mismos antisistemas no lo son en absoluto y si son una parte esencial del engranaje antisocial y antipopular del Sistema?
Primero de todo, porque para ser contrario al Sistema deberías buscar unas alternativas políticas que fuesen opuestas en el fondo y la forma a las políticas del Estado. Ellos todo lo contrario son los mas fervientes defensores de toda la materia en descomposición mediática, usada para corromper las mentes de todo un pueblo. Están a favor del aborto, de la eutanasia, de las bodas homosexuales y la posterior vivisección en vida que significa que estos sodomitas invertidos puedan “ahijar” a pobres criaturas, están a favor de la legalización de la droga, en contra de las tradiciones familiares y populares, de cualquier filosofía o credo que aporte moralidad, etc, etc.

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